El 28 de enero no debe ser un día más, debe ser un día en el que recordemos que la privacidad de nuestros datos debe ser resaltada porque el derecho a la autodeterminación informativa es un derecho universal que tenemos como seres humanos y es un derecho que ha sido ampliamente reconocido en muchos sistemas legales.
Las personas tienen derecho a elegir libremente en qué circunstancias y en qué medida expondrán información sobre sí mismas respecto de su información personal y no se trata de una noción que sirva para restringir la circulación de información que es de lo que algunas personas no comprenden ya que no estamos hablando de privación al acceso de la misma. Y es que la data es personal es exclusiva de cada persona. El reconocimiento legal expreso del derecho de la autodeterminación informativa es un derecho vinculado a la intimidad.
El derecho a la autodeterminación informativa debe verse como la capacidad del individuo para determinar la divulgación y el uso de sus datos personales, controlar y determinar lo que los demás pueden, en cada momento, saber sobre su vida personal.
Este derecho ayuda a los ciudadanos a proteger sus datos personales y, en ejercicio de este derecho, a autodefinirse y modular su imagen pública y reputación.
En conclusión, es la autoridad del individuo para decidir por sí mismo, sobre la base de la idea de autodeterminación, cuándo y dentro de qué límites la información sobre su vida privada debe comunicarse a los demás.
La protección de la privacidad digital, la libertad de expresión, la protección de los datos personales, el derecho a la vida privada activa, el derecho a la educación y el derecho a la información del sector público pertenecen sin duda al ámbito de la autodeterminación informativa.
Eso y más es lo que celebramos el 28 de enero de cada año.
¡Celebremos entonces, el enorme privilegio de decir que MI DATA ES MIA!