Cuando yo era niña y pensaba en mujeres científicas, imaginaba un estereotipo de mujer alta, delgada, con unos anteojos gruesos, cero maquillaje y vestida como un señor de 60 años, mi abuelo solía contarme historias de mujeres que hicieron mucho por la medicina, la ciencia, las matemáticas y la historia, pero JAMÁS mencionaba si eran casadas, bonitas, exitosas y adineradas, pero al crecer el resto de la gente incluso de profesoras y otras mujeres, sí lo hacían.
En unos años las vacunas contra el coronavirus pasaran a los libros de texto como uno de los hitos de los años 2019 al 2022. ¿También deben hacerlo las mujeres que han liderado su desarrollo no creen?
Isabel Sola, microbióloga y viróloga, lleva 25 años estudiando a la familia de los coronavirus. En el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC codirige con Luis Enjuanes un equipo que desarrolla también una vacuna para combatir la pandemia. Anteriormente ya había trabajado en prototipos de vacunas contra el SARS y el MERS.
Las vacunas contra la COVID-19 basadas en genes -y no en proteínas- son una realidad gracias a las investigaciones de la bioquímica Katalin Karikó y su llamado ‘ARN mensajero’, a pesar de que durante años le rechazaron constantemente financiación a estos estudios. Por este descubrimiento, parte de la comunidad científica la considera la “madre de la vacuna” contra el coronavirus.
La investigadora Sarah Gilbert, creadora de la vacuna de AstraZeneca, ha sido ovacionada en Wimbledon antes de que empezara el partido entre Djokovic y Draper. Los aplausos, que duraron más de un minuto, fueron para ella y para los sanitarios que presenciaron el encuentro en el palco real, reservado a la familia real y los famosos. La sorpresa de Gilbert fue mayúscula cuando se anunció su presencia y se pidió un aplauso a los aficionados. La británica es además ganadora del premio “PRINCESA DE ASTURIAS DE INVESTIGACION CIENTIFICA Y TECNICA”,
La alianza de Oxford y AstraZeneca permitió el diseño de unas de las vacunas contra el coronavirus más efectivas. Gracias al trabajo de Gilbert y sus colaboradores, el regreso a la normalidad está más cerca.
La famosa edición de la Persona del Año de la revista TIME anunció hoy a Kizzmekia Corbett como Héroe del año por su liderazgo en el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19. Kizzmekia Corbett , ciencias biológicas y sociología, se desempeñó como líder científico del equipo de coronavirus del Centro de Investigación de Vacunas en el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU. Allí, desarrolló una nueva tecnología de ARNm utilizada por la vacuna COVID-19 de Moderna y otras, desempeñando un papel fundamental en la lucha global contra el virus.
La Bioingeniera y epidemióloga Chen Wei de origen Chino, uno de sus primeros avances fue el desarrollo de una terapia de plasma, convertida en uno de los tratamientos médicos más extendidos en las semanas iniciales del 2020. Chen es conocida por su participación en la lucha contra algunas de las epidemias más temidas de las últimas décadas. Entre ellas se cuenta el SARS de 2002, también en China; así como el brote de ébola de 2014 en África Occidental. Esta trayectoria, sumada a su firme carácter, le ganó el apodo de “la Terminator del ébola”. También ha investigado sobre el ántrax y guerras bacteriológicas y contribuyó a la operación de salvamento tras el terremoto de Sichuan de 2008.
Las tres posibles futuras candidatas a premio Nobel han peleado duro por llegar a lo más alto de la investigación inmunológica y su trabajo está ahora bajo el foco de las esperanzas mundiales. Sus estudios, vinculados a distintos organismos y con el apoyo de destacadas farmacéuticas, han pasado ya a fase tres y están aplicándose en humanos. Todas ellas tendrían que aparecer en los libros de texto porque, lejos de los estereotipos, las mujeres somos también de ciencias.